Arqueología Centrosur de Cuba

Se ha escogido la región centro-sur de Cuba como área con la cual estarán vinculados los trabajos, artículos, comentarios o noticias de interés científico; porque hasta hace unos veinte años atrás era la región menos conocida de la isla desde el punto de vista arqueológico.

jueves, noviembre 30, 2006

CRONOLOGÍA DE LAS INVESTIGACIONES ARQUEOLÓGICAS EN EL TERRITORIO DE CABAIGUÁN.

*Extraido de "Los aborígenes en Cabaiguán", de los autores Orlando Alvarez de la Paz y Santiago F. Silva García, editorial Luminaria (2005) Sancti-Spiritus (Cuba).


Posgeog copia

Los primeros informes relacionados con hallazgos arqueológicos en el municipio de Cabaiguán, son expuestos de la manera siguiente por Fernando García y Grave de Peralta -citado por José Alvarez Conde (1)- como resultado de sus excursiones arqueológicas a finales del siglo XIX en la prefectura de Neiva:
[...] Fernando García y Grave de Peralta [...] localizó en Neiva, término de Cabaiguán, cerca de la ciudad de Sancti-Spiritus, fragmentos de vasijas de barro y de hachas petaloides.*

En julio de 1960, el arqueólogo José Álvarez Conde visita la zona de Neiva con el propósito de localizar el lugar de los hallazgos de Fernando García y Grave de Peralta, pero los resultados son infructuosos (2).

Rogelio Concepción, historiador de la localidad, ubica el asentamiento indio de Cabaiguán en un punto próximo a la elevación conocida como loma de la Campana; donde -hasta el presente- no han sido localizadas las evidencias materiales, a pesar de las exploraciones realizadas con este propósito.

A partir de 1982, miembros del grupo Espeleoarqueológico Caonao -de la Sociedad Espeleológica de Cuba- llevan a cabo múltiples exploraciones que propician el descubrimiento de un considerable número de sitios arqueológicos y de evidencias aisladas, que constituyen la base de profundas investigaciones; llevadas a cabo para dar a conocer la riqueza arqueológica del municipio.

El primer reporte se produce en octubre de 1982, por Hiraldo Rojas; miembro del grupo Caonao, durante la exploraciones efectuadas en las proximidades del río Tuinucú, específicamente en los límites con la finca Cayajaca; donde se descubre el residuario Cayajaca I.

En el mes de enero de 1983 es hallado el sitio Guayos por Santiago Silva García, director de la mencionada agrupación; al encontrar accidentalmente en la superficie del terreno un artefacto de piedra de inequívoca factura aborigen.

La incursión al arroyo Seibacoa por Orlando Álvarez y Luis E. Benavides -en marzo de ese año- permite detectar dos áreas habitacionales en el sitio que denominaran Seibacoa I; donde se reune abundante material de piedra tallada y algunos percutores líticos. En igual fecha, Orlando Álvarez -ampliando las exploraciones en el Seibacoa- detecta el residuario Seibacoa II.

En julio del propio año -el mismo investigador- recopila una esfera lítica, percutores y herramientas de piedra tallada durante los trabajos de campo realizados en zonas aledañas a la elevación mogótica de los Morros de Neiva. El área habitacional es denominada como sitio arqueológico Neiva.

Uno de los asentamientos de mayor magnitud y de relevante importancia para la arqueología aborigen del territorio de Cabaiguán, lo constituye el descubrimiento del sitio Las Damas I, por los investigadores Santiago Silva, Hiraldo Rojas y Orlando Álvarez el 9 de septiembre de 1983; cuando visitan un sector del entorno de la sierra del mismo nombre, en las proximidades del río Zaza.

Las exploración del abrigo rocoso de los Morros de Neiva -realizada el 24 de febrero de 1984 por Orlando Álvarez, Santiago Silva y Luis E. Benavides- permite detectar las áreas ocupacionales al aire libre y en solapas del asentamiento que llaman los Morros de Neiva.

En una visita al sur de la finca Cayajaca -en febrero de 1984- Orlando Álvarez, Santiago Silva y Leonardo Rojas acopian escasos materiales líticos en superficie y le asignan al sitio el nombre de Cayajaca II.
Otras tres áreas de asentamiento son halladas durante ese mismo año. En marzo, Hiraldo Rojas localiza Neiva Viejo, al obtener la información brindada por un campesino de la zona que había encontrado varios fragmentos de cerámica en ese lugar. Al siguiente mes, Rojas descubre y hace las primeras recolecciones en El Crisol, donde resulta de gran interés el hallazgo de abundante material de piedra en volumen y tallada, entre el que resalta una lámina-cuchillo elaborada en caliza silicificada de tradiciones paleolíticas tempranas. En ese mismo mes, los integrantes del Caonao Andrés Ramos y Leonardo Rojas, hacen el reporte del asentamiento Cruz de Neiva, con un reducido lote de piezas correspondientes a materiales líticos.

chago,orlando y j carlo
foto 1.-miembros del Caonao
en el sitio El Crisol.

La primera investigación arqueológica en el término municipal de Cabaiguán, posterior al descubrimiento de Fernando García y Grave de Peralta, a finales del siglo XIX -mencionado con anterioridad- la constituye el Estudio del residuario de Neiva Viejo, de Silva y Álvarez (3).

El 24 de julio de 1985, Santiago Silva y Orlando Álvarez -en una exploración al río Zaza- encuentran en una extensión de terreno de 700 metros cuadrados, aproximadamente, la presencia en superficie de piedra tallada y en volumen. En esa oportunidad nombran al lugar como sitio La Larga I.

Entre los días 2 y 3 de agosto de 1986 se explora parte de la margen derecha del río Calabazas, específicamente el tramo comprendido entre el puente situado en la carretera central y el sitio El Crisol. En dicha incursión participan Juan Carlos López, Leonardo Rojas, Santiago Silva y Orlando Álvarez. En esa ocasión se detectan los yacimientos arqueológicos de La Lima y San José; además de evidencias aisladas en la margen derecha del río Piedra.

Aproximadamente una semana después -entre los días 12 y 16 de agosto de 1986- se visitan algunos sitios en compañía del eminente antropólogo cubano Dr. Manuel Rivero de la Calle. El martes 12 visitan el sitio Los Morros de Neiva; donde se aprecian detalles de las diferentes áreas ocupacionales. Luego, el jueves 14, se explora Las Damas I y se recogen un total de 817 piezas; entre las que se destacan algunos artefactos de la industria de la piedra tallada y en volumen. Al día siguiente -en Neiva Viejo- consiguen reunir 171 evidencias de sílex, 4 percutores y 54 fragmentos de cerámica aborigen. Las visitas les permiten valorar la riqueza arqueológica de los lugares recorridos y se señala la necesidad de la profundización en los estudios de sus conjuntos herramentales.

con rivero de la c
foto 2.-con el Dr. Manuel Rivero de la Calle
en los sitios de Cruz de Neiva

orla y j carlos
foto 3.-limpieza y catalogación de
evidencias en el sitio Neiva Viejo

En noviembre de 1987, Santiago Silva, Antonio Hernández y Alec Silva, descubren las primeras evidencias de un importante asentamiento llamado La Aurora; que aparece ubicado a 700 m de la citada localidad, a 450 m de la margen izquierda del río Tuinucú y a sólo 160 m del arroyo Cayajaca. La Aurora se convierte en el único sitio donde aparecen artefactos de concha de forma significativa; además de un conjunto herramental de piedra en volumen y tallada relevante, dentro del grupo de comunidades aborígenes reportadas hasta ese momento.

con rey y m luis
foto 4.-en el sitio La Aurora con el
personal del museo de Cabaiguán.

El 2 de enero de 1988 Orlando Álvarez, Leonardo Rojas y Andrés Ramos supervisan 12 km en la zona comprendida entre los residuarios indios de Las Damas I y El Crisol. La ruta investigada abarca la margen derecha del río Zaza y se remonta por el Calabazas hasta el charco de El Crisol. En esta ocasión realizan nuevas recolecciones en Las Damas I y descubren tres nuevas localidades: la primera en la finca La Zarosa, con escaso número de muestras; la segunda, El Saltadero, donde el por ciento de indicios es superior en cantidad y calidad; así como se destaca la existencia de algunas evidencias indocubanas fuera de contexto entre uno y otro asentamiento y la tercera el hallazgo del sitio El Tejar, localizado a 600 m al norte-noreste del poblado de Cuatro Esquinas de Neiva y a 110 m de la margen derecha del río Calabazas, y a la vez distante 1,3 km de su desembocadura en el Zaza.

En enero de 1988 Andrés Ramos agrupa los primeros materiales del sitio que nombra Tres Palmas I. Las muestras observadas en superficie comprenden las industrias de la concha, la de piedra en volumen y tallada, restos alimenticios y cerámica.

El estudio de la muestra herramental de Seibacoa I -realizado en marzo de 1988- constituye la primera indagación conjunta desarrollada por investigadores del Departamento de Arqueología del Centro de Antropología del Ministerio de Ciencia y tecnología y del grupo Caonao.
Los resultados más notables se publican en el periódico Escambray del 29 de marzo de 1988.

Llegado 1989 se recorren nuevamente las márgenes del río Zaza, en el tramo comprendido entre los poblados de Potrerillo y Tanques de Sabanilla (7 km); así como desde La Trinchera hasta el sitio La Luisa (6 km) por las márgenes del Tuinucú, afluente este último del primero. También se montan dos exposiciones indocubanas: una en el Instituto Preuniversitario "Israel Reyes Zayas" y la otra en La Aurora, municipio Cabaiguán.

Es entonces -tras ocho años de trabajos arqueológicos- efectuados hasta ese momento en el territorio, que sale a la luz en 1989 una importante investigación titulada:"Las culturas aborígenes del municipio de Cabaiguán, provincia de Sancti-Spiritus"; donde se reporta el descubrimiento de quince áreas o yacimientos arqueológicos y se ofrecen criterios acerca de sus conjuntos herramentales. En el propio año también se da a conocer por los investigadores del Departamento de Antropología del CITMA el estudio de "Generalidades económicas y culturales de la región arqueológica de Cabaiguán, provincia de Sancti-Spiritus" (5).

Otra de las oportunidades en que el trabajo que se venía desarrollando se da a conocer fue la celebración del Congreso Internacional 50 Aniversario de la Sociedad Espeleológica de Cuba, celebrado en enero de 1990; donde se presenta la ponencia "Atlas arqueológico de las comunidades aborígenes del municipio de Cabaiguán, provincia de Sancti-Spiritus" (6).

El trabajo "Reconstrucción arqueo-ecológica preliminar del medio físico-biológico en que habitaron las culturas aborígenes de Cabaiguán", de Hernández y Rojas, (1990), consigue demostrar que el hombre precolombino extrae del medio natural los recursos materiales necesarios para subsistir en este territorio.
Es por esta época también en que aparece un material de apoyo para el conocimiento de la historia local; en el cual -partiendo del estudio de las herramientas de cada uno de los residuarios aborígenes realizado por el grupo Caonao (8)- se resumen las características fundamentales de las culturas aborígenes de la localidad, los sitios descubiertos, el ajuar, las actividades económicas y otros aspectos de interés; cuyo material contribuye a la divulgación de las actividades que realiza el museo municipal de Cabaiguán.

Los artefactos de concha del sitio arqueológico La Aurora son investigados por Silva y Orlando en marzo de 1990. Partiendo de allí, concluye que otras partes de la concha se emplean para la construcción de herramientas ya tradicionales tipológicamente. Las modificaciones tecnológicas en algunas de las piezas responden a las propias necesidades derivadas de la escasez de materia prima (9).
Por otro lado, Orlando Álvarez (10), en ese propio año 1990, reporta nueve enclaves indios en la zona de Tres Palmas, al recolectar evidencias de la industria de la piedra tallada y en volumen; así como un número importante de piezas aisladas. Es por ello que señala a esa zona como de interés arqueológico, pues sobre la misma no se tenían reportes tan interesantes hasta ese momento.

Entre el 27 de febrero y el 3 de mayo de 1991, miembros del grupo ejecutan un importante número de exploraciones en el municipio, con el objetivo de localizar posibles asentamientos aborígenes en aquellos lugares donde hasta la fecha no se habían reportado. Es el propio 27 de febrero cuando Silva y Leonardo descubren La Yamagua; luego -el 1 de marzo- Silva da a conocer El Guajén; el día 21, Andrés Ramos recoge evidencias en el Bombino; para el 29, Silva y Leonardo notifican en Dos Ríos el sitio Cayajaca III y el 3 de mayo Silva descubre La Campana.

La recolección de más de 82 gubias de concha les permite a Silva y Álvarez, en 1991 (11), realizar un análisis tecnotipológico de esas piezas en el sitio La Aurora. Realizado el trabajo, refieren -analíticamente- los tipos de fracturas presentes, originadas durante su intervención en el proceso de trabajo; además de señalar aspectos referidos a técnicas constructivas y parámetros métricos.

En 1991, Santiago Silva y otros investigadores, en su ponencia "El período de las comunidades aborígenes de Cuba. Aspectos socio-económicos de los grupos establecidos en Cabaiguán" (12) dan a conocer la reconstrucción paleogeográfica, el medio ambiente, las áreas ocupacionales, la toponimia, el desarrollo socioeconómico, la adaptación del hombre a los diferentes ecosistemas y su influencia en los reajustes de sus conjuntos herramentales; de ahi que el material constituye un aporte científico al conocimiento de las comunidades aborígenes que poblaran el territorio de Cabaiguán.

En enero de 1993, Ilena Valdés, Abel Hernández y Orlando Álvarez descubren y reportan un conjunto petroglífico, a cielo abierto, en la loma de La Chicharra; con representaciones de motivos y diseños hasta ese momento atípicos dentro del contexto pictográfico y petroglífico aborigen de la provincia de Sancti-Spiritus.

En 1996, Álvarez, Rojas y Silva analizan la tecnotipología y funcionalidad estimada de la piedra en volumen de La Aurora. Los resultados permiten plantear la posibilidad de que los aborígenes que habitaron este sitio desarrollaran una agricultura independiente de la observada en los grupos agricultores-ceramistas de Cuba. Dicho planteamiento cobra fuerza al encontrarse con un conjunto artefactual de trituración y molienda, compuesto por lajas molederas. majadores y trituradores, que denotan una fuerte tradición en la elboración y uso de estos útiles (13).

Al año siguiente, el conjunto herramental de piedra tallada del mismo asentamiento es investigado por Álvarez.

En 1998 se descubre en la loma de Gabino -cercana al poblado de Guayos- la cueva de La Tinaja y se le estudia. A través del análisis de los restos óseos hallados y de algunos elementos culturales, se intenta una interpretación preliminar de los aspectos socioculturales relativos al grupo asentado. Este constituye el primer hallazgo de una cueva habitacional-funeraria en el municipio (14).

Una ampliación de los conocimientos relacionados con la cerámica del neolítico es acometida por Santiago Silva, Reynaldo Pérez Jiménez y Leonel Delgado Ceballos en 1998. Para ello describen, analizan y comparan las características tecnotipológicas de la cerámica de los sitios Neiva Viejo, Tres Palmas I y Las Damas II. Se hace evidente entonces la presencia de comunidades neolíticas incipientes, con cierto dominio de la alfarería. Esta característica rompe con las particularidades de los asentamientos localizados en Canímar y Cayo Jorajuría en Matanzas, en cuanto a la industria de la alfarería, pero coincide con la de los sitios Arroyo del Palo y Mejías, en Holguín y el de Birama, en Trinidad, provincia de Sancti-Spiritus (15).

En el año 2000 se dan a conocer los resultados de las investigaciones realizadas en el conjunto petroglifo, a cielo abierto, de la loma de La Chicharra, que como se mencionó con anterioridad, fue descubierta en 1993.

En el año 2003, entre los meses de enero a agosto, Orlando Alvarez realiza trabajos de campo en la localidad de La Redonda y allí -gracias al reporte que hiciera el campesino Taurino Francisco Pérez Pérez, conocido como Pancho Rutina y sus familiares más allegados- recogen un interesante conjunto evidencial en los residuarios denominados por él como La Redonda I y La Redonda II. En ese mismo año Orlando Álvarez visita y explora los asientos indios La Larga I y II; este último dado a conocer por el campesino Jesús Guerra Rodríguez, apodado Dulce Guerra; quien gustosamente colabora y aporta un grupo de piezas y datos de interés sobre la distribución espacial de las muestras recogidas en su finca. Además, en el período en cuestión, el mencionado investigador reune piezas en los residuales de La Pelá y lleva a cabo el análisis tecnotipológico de sus conjuntos herramentales.

campesinos encuentran evidencias arqueológicas
foto 5.-el campesino Taurino muestra
evidencias encontradas en La Redonda I.

campesino mostrando evidencias arqueológicas encontradas
foto 6.- Jesús Guerra muestra
evidencias de La Larga II.

A pesar de lo expuesto hasta el momento, aún quedan áreas de interés en el territorio de Cabaiguán que permanecen sin explorar desde el punto de vista arqueológico. Tomando en cuenta esta consideración, puede señalarse la posibilidad de que en el futuro se localice un grupo importante de sitios de habitación aborigen.

El estudio de los ajuares de estos yacimientos permitirá enriquecer los conocimientos vinculados con la vida, la cultura material y la cultura espiritual de los primeros habitantes de esta región. Ello se sumaría a la extraordinaria labor de investigación científica que desarrolló el grupo Caonao, de la Sociedad Espeleológica de Cuba; que descubrió, investigó y dió a conocer la riqueza arqueológica del municipio Cabaiguanence y de la provincia espirituana en general.

"Cronología de las investigaciones arqueológicas", constituye un acápite sin antecedentes dentro de los estudios aborígenes en el territorio. Por estas razones significa un valioso e inestimable aporte sobre el período de las comunidades aborígenes de la región arqueológica que se viene tratando.

NOTAS Y REFERENCIAS.-
(1) José Álvarez Conde: Revisión indoarqueológica de la provincia de Las Villas, p. 133.
(2) Ibídem, p. 133.
(3) Santiago Silva García, Orlando Álvarez de la Paz: Sitio arqueológico Neiva Viejo, 1984.
(4) Santiago Silva García, Orlando Álvarez de la Paz, Abel Hernández Muñoz, Leonardo Rojas Pérez y otros: Las culturas aborígenes del municipio Cabaiguán, provincia Sancti-Spiritus, 1989.
(5) Pedro Pablo Godo y Santiago Silva García: Generalidades económicas y culturales de la región arqueológica de Cabaiguán, provincia de Sancti-Spiritus, 1989.
(6) Santiago Silva García, María B. Cruz, Orlando Álvarez de la Paz, Abel Hernández Muñoz y otros: Atlas arqueológico de las comunidades aborígenes del municipio de Cabaiguán, provincia de Sancti-Spiritus, p. 20.
(7) Abel Hernández Muñoz y Leonardo Rojas Pérez: Reconstrucción arqueo-ecológica preliminar del medio físico-biológico en que habitaron las culturas aborígenes de Cabaiguán, p. 6.
(8) Santiago Silva garcía , Orlando Álvarez de la Paz y Antonio Hernández Pérez: Las culturas aborígenes del municipio Cabaiguán, material de apoyo para el conocimiento de la historia local, 1990.
(9) Santiago Silva garcía y Orlando Álvarez de la paz: Artefactos de concha del sitio arqueológico aborigen La Aurora, Cabaiguán, provincia de Sancti-spiritus, 1990.
(10) Orlando Álvarez de la Paz: Tres Palmas. Nuevas localidades arqueológicas, 1990.
(11) Santiago Silva García y Orlando Álvarez de la Paz: Particularidades de las gubias del sitio La Aurora, 1991.
(12) Santiago Silva García. Orlando Álvarez de la Paz. Abel Hernámdez Muñoz, Leonardo Rojas Pérez y otros: El período de las comunidades aborígenes de Cuba. Aspectos socio-económicos de los grupos establecidos en Cabaiguán, 1991.
(13) Orlando Álvarez de la Paz, Leonardo Rojas Pérez y Santiago Silva García: Tecnología y funcionalidad estimada. Consideraciones sobre la industria de la piedra en volumen del mesolítico medio de La Aurora, en la provincia de Sancti-Spiritus, p. 12.
(14) Santiago Silva García, Abel Hernández Muñoz, Ileana Valdés y María B. Cruz. Sitio cueva de La Tinaja, Loma de Gabino, Guayos, Cabaiguán, 1998.
(15) Santiago Silva García, Reynaldp Pérez Jiménez y Leonel Delgado Ceballos: La cerámica del neolítico incipiente del territorio de Cabaiguán, Región Central de Cuba, 1998.

BIBLIOGRAFIA.-
Álvarez de la Paz, Orlando y Santiago Silva García (2005): Los aborígenes en Cabaiguán, editorial Luminaria, Sancti-Spiritus,Cuba.

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Santiago Silva garcía

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sábado, noviembre 25, 2006

MEDIO AMBIENTES PRECOLOMBINOS

La reconstrucción del medio ambiente del indocubano que habitara en el territorio del municipio de Cabaiguán, ha sido posible gracias al pormenorizado estudio de los restos de dieta; que se han recolectado en cuatro de los cincuenta sitios de habitación que se reportan para la localidad.

A través de la identificación de cada una de las especies y los diferentes medio ambientes que le son favorables para su desarrollo, se puede afirmar que Cabaiguán -en la época objeto de análisis- posee una gran riqueza faunística y florística; lo que le posibilita al aborigen la obtención de los recursos necesarios para su sustento en el medio mediterráneo.

Resulta importante señalar la gran fertilidad de casi la totalidad de los suelos de esta región, aspecto que propicia el crecimiento de grandes extensiones de bosques, que albergan una rica variedad de especies de plantas comestibles, medicinales, textiles, maderables; así como de diferentes especies de mamíferos, reptiles, crustáceos, saurios y moluscos; cuyos restos aparecen en los yacimientos arqueológicos de la zona.

Entre los ejemplares de mamíferos más comunes en la dieta se encuentran diferentes especies de jutías de los géneros Capromys, Geocapromys y Boromys; cuyo habitat son los bosques -extendidos por la mayor parte del territorio- o los lugares rocosos, como los de la sierra de Las Damas, Los Morros de Neiva y Seibacoa. En estos ecosistemas también es abundante el majá de Santa María (Epícrates angulifer Bibron); cuyos restos se han observado en la dieta, aunque su frecuencia de aparición resulta mucho más baja que en el caso de las jutías.

jutía
foto 1.- Ejemplar de jutía conga.

Otro medio ambiente -donde el aborigen realiza una significativa acción extractiva- es el fluvial; cercano al cual ubica sus sitios de habitación.
bosque galeria
foto 2.- Bosque de galería.

bosque de galería
foto 3.- Ecosistema sierra de Las Damas.

Maja santamaria
foto 4.- majá de Santa María.

En este medio ambiente el aborigen desarrolla la pesca de especies de agua dulce, tal y como lo demuestra la presencia de vértebras de pescado en la dieta de los sitios Neiva Viejo, La Redonda I, Tres Palmas I y La Aurora.
pez agua dulce
foto 5.- pez de agua dulce

La captura de la jicotea (Pseudemys decussata Gray) y de crústáceos; así como la recolección de moluscos terrestres del género Zachrysia y liguus, además de fluviales del género Pomaceae; son otras de las actividades subsistenciales más ampliamente practicadas por los aborígenes de Cabaiguán.
jicoteas
foto 6.- jicotea (Seudemys)

cangejo
foto 7.- cangrejo gris (crustáceo)

caracol Pomacea
foto 8.- caracol de río (Pomaceae)

Las condiciones del medio mediterráneo de la localidad que se analiza, favorecen a grupos con patrón de asentamiento mesolítico tardío -como es el caso particular de La Aurora- asentado por un período de tiempo prolongado. Dicha afirmación está validada por la presencia de buena acumulación de restos de la dieta, que denota una intensa y prolongada actividad de caza, captura, pesca y recolección; así como por las evidencias de una industria de la piedra en volumen compuesta por majadores, trituradores y lajas molederas; artefactos e instrumentos que guardan relación con la elaboración de productos provenientes -supuestamente- de una agricultura que, por la particularidad de su ajuar, se desarrolla de manera diferente a la observada en grupos agricultores ceramistas de Cuba; aspecto novedoso si se toma en consideración la probable existencia -en el mesolítico tardío de La Aurora- de actividades subsistenciales relacionadas con algún tipo de práctica agrícola y no como se pensaba hasta ahora; pues dicha actividad ha estado adjudicada únicamente a grupos con patrón cultural protoagrícola o neolítico.

Los sitios de habitación de Neiva Viejo y Tres Palmas I son enclaves que se establecen también por un período de tiempo prolongado (sedentario); lo que les permite la fabricación de vasijas de cerámica y la implementación de una agricultura incipiente, posiblemente relacionada con el cultivo de la yuca amarga. Fragmentos de burenes vinculados a la siembra y procesamiento de esta especie forman parte del ajuar del sitio Neiva Viejo.

La abundancia de sitios arqueológicos en Cabaiguán -aún cuando una buena parte de su territorio no ha sido explorada- es indicativo de que las condiciones medioambientales de la etapa precolombina favorecen el desarrollo de las primeras colectividades humanas asentadas en esta región.

BIBLIOGRAFÍA

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Alvarez de la Paz, Orlando y Santiago F. Silva (2005): Los aborígenes de Cabaiguán, editorial Luminaria, Sancti-Spiritus, Cuba

copyright: Orlando Alvarez de la Paz
Santiago F. Silva García
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jueves, noviembre 23, 2006

RUTAS MIGRATORIAS Y POBLAMIENTO PRECOLOMBINO DE CABAIGUÁN

Nota Aclaratoria:
*A partir de este post iremos compartiendo con uds. algunos temas relacionados con el estudio arqueológico del territorio de Cabaiguán, municipio enclavado en la actual provincia de Sancti-Spiritus; también ubicada en la Región Centro-sur de Cuba.
El material que expondremos ha sido extraido del libro "Los aborígenes en Cabaiguán", de los autores Orlando Alvarez de la Paz y Santiago F. Silva García; publicado por la editorial Luminaria (Cuba) en el año 2005. Este libro salió a la luz con el objetivo de apoyar los planes de estudio de la Historia Local y en específico en el Período de las Comunidades Aborígenes, en las enseñanzas primaria ( 5º y 6º grado) y secundaria (7º, 8º y 9º grado).

"Los aborígenes en Cabaiguán" es el fruto de más de 20 años de trabajo de los autores, que junto al desaparecido Grupo Espeleoarqueológico "Caonao" llevaron a cabo la exploración del 85 % del territorio del referido municipio con posibles condiciones para emplazamientos humanos, según las características medioambientales que debieron coexistieron en la etapa precolombina .

Para la concepción y redacción de esta obra científica fue necesario la realización de un estudio detallado de las evidencias arqueológicas colectadas en cada uno de los 50 asentamientos descubiertos hasta la fecha en ese territorio; además de los restantes aspecto que complementan un estudio de esta naturaleza (actividades de campo, limpieza, identificación y catalogación de las evidencias, etc.).

En este primer post trataremos acerca de las rutas migratorias y poblamiento del municipio de Cabaiguán antes de la llegada de los conquistadores españoles.

34
foto.- un asentamiento aborigen.

Los preagroalfareros, que son los más antiguos pobladores indígenas de Cuba, ocupan todo el territorio de la Isla y se ignora a ciencia cierta su origen. Sin embargo, Tabío plantea tres rutas potenciales de acceso de los preagroalfareros a las Antillas Mayores:
[...] la primera, parte del sudeste de los Estados Unidos, pasa por Bahamas y de allí a las Antillas Mayores; la segunda, se inicia en la costa nordeste de Nicaragua, pasa por las islas que existían entre el lugar de partida y Jamaica y de ahí a las demás Antillas Mayores y la tercera, desde la costa nordeste de Venezuela a través de las Antillas Menores y de ellas hacia las Antillas Mayores. (1)


rutas migratorias lam 1
Lámina 1.-Rutas migratorias.

En el arribo de las diferentes oleadas aborígenes que poblaran el territorio de Cabaiguán interviene toda una gama de factores que han sido mencionados, de manera general, por otros investigadores; cuyos factores se refieren a cada uno de los grupos humanos que han habitado nuestro archipiélago. La afluencia fundamental para el poblamiento se establece por la costa sur de la actual provincia de Sancti-Spiritus, a través del río Zaza, única vía fluvial que se expande por todo el territorio -mediante un grupo considerable de ríos y afluentes- y desemboca en la costa sur. (lamina 2)

poblamiento cabaiguan lam 2

Este río constituye, de hecho, la principal vía natural que posibilita el poblamiento del municipio; cuyos límites se localizan a más de 40 km, tierra adentro. Sus innumerables playazos de menor o mayor anchura y profundidad; así como su cauce, lo hacen fácilmente navegable. Además, el río Zaza posee una llanura aluvial que, como constante, aparece en gran parte de su trayectoria y constituye el sitio ideal para la permanencia de los diferentes grupos humanos que la poblaran. Con frecuencia, los playazos aparecen interrumpidos por rápidos: sitios con una abundante afloración de guijarros o cantos rodados, que por tramos cortos, interrumpen la navegación. Por lo general en las áreas próximas a estos lugares suelen coleccionarse evidencias materiales correspondientes a paraderos o sitios habitacionales aborígenes, cuando las características del lugar así lo permiten.

A su arribo al territorio de Cabaiguán, nuestros antepasados aborígenes debieron encontrarse con un paisaje de exuberante vegetación; que a lo largo de laderas, arroyos y ríos, los provee de carnes y productos vegetales; así como de una abundante recolección y pesca de especies de agua dulce.

Recientes trabajos de campo -en sitios arcaicos asentados en las márgenes del río Zaza y algunos de sus afluentes, próximos a su desembocadura, en el municipio de La Sierpe- demuestran la similitud de los ajuares en ellos reunidos, con los encontrados en nuestro territorio; cuestión que permite argumentar el arribo de estos grupos humanos a través de esta importante vía fluvial.

A partir del río zaza los aborígenes comienzan su desplazamiento. Para ello se trasladan por importantes ríos como el Tuinucú y el Calabazas -afluentes del Zaza- y por el Santa Lucía -afluente del Tuinucú- hacia diferentes puntos dentro del municipio. Arroyos como el Seibacoa, Cayajaca y Guayos, les sirven también como vías potenciales de acceso y ocupación del territorio.

Al igual que en otras partes del archipiélago cubano, los arribos de los diferentes grupos culturales a Cabaiguán, no se suceden al unísono; sino de forma paulatina con el decursar del tiempo, lo cual permite apreciar el mismo fenómeno que se observa en el poblamiento de Cuba.

La identificación de las diferentes colectividades humanas incluidas en el preagroalfarero cubano y la presencia de elementos aislados, vinculados con grupos culturalmente más desarrollados (neolítico), caracterizan el emplazamiento de la población aborigen en Cabaiguán.

REFERENCIA
(1) Tabío, Ernesto E.(1988): Introducción a la Arqueología de las Antillas, p.40., editorial de Ciencias Sociales, La Habana, Cuba.

BIBLIOGRAFÍA
Alvarez de la Paz, Orlando y Santiago Silva (2005): Los aborígenes en Cabaiguán, editorial Lumbreras, Sancti-Spiritus, Cuba.

copyright: Orlando Alvarez de la Paz Santiago Silva García
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miércoles, noviembre 08, 2006

SITIO BIRAMA. CARACTERÍSTICAS DE LA CERÁMICA TEMPRANA EN EL CENTRO-SUR DE CUBA

neolitico copiar

Santiago F. Silva García (1)
Orlando Álvarez de la Paz (2)
Leonel Delgado Ceballo (3)

(1) Licenciado en Física y Astronomía
Arqueólogo aficionado
(2) Ingeniero Sanidad Vegetal
Arqueólogo aficionado
(3) Licenciado en Historia


RESUMEN.- Se aborda el estudio de la cerámica del sitio Birama, Trinidad, provincia Sancti-Spiritus, estableciéndose un análisis pormenorizado tanto de las características técnicas como las conceptuales de esta alfarería considerada temprana para Cuba y el resto de las Antillas. Se comparan además los elementos y parámetros más sobresalientes obtenidos como resultado del referido estudio con los de otras industrias de este tipo de la Región Centro-sur de Cuba y en particular con los de otros complejos ceramistas de nuestra isla. Se evidencian con idéntico comportamiento, convergencias relevantes en cuanto a color, textura de la superficie, la cocción, dureza y grueso promedio de la pasta, tipos de bordes, formas y dimensiones de las vasijas; a la vez que se destacan las divergencias con otras manifestaciones también ceramistas que -entre otros factores- muestra un número muy escaso de estas evidencias en ciertos residuarios del país. La presencia de varios fragmentos de burenes; tanto en el sitio Birama como en otro del propio territorio espirituano (Neiva Viejo), no sólo constituyen los primeros reportes de estos artefactos en sitios de la etapa, que pudiéramos llamar transicional; sino que distingue -ante todo- el nuevo cambio hacia el desarrollo y evolución tecnológica y también social de estas comunidades; ya sea dicha evolución unilineal o motivada por los necesarios contactos e intercambios culturales, que se pudieron producir en las sociedades primitivas.

ABSTRACT. -the study of the ceramics of the place is undertaken Birama, Trinity, province Sancti-Spiritus; being established an analysis detailed so much of the technical characteristics as the conceptual of this pottery, considered early for Cuba and the remainder of the Antilles. They are compared besides, the elements and more outstanding parameters obtained as a result of the referred study with the of other industries of this type of the region Central-South of Cuba and particularly with the of other complex ceramicists of our island. They are shown with identical behavior prominent convergences as soon as al color, texture of the surface, the cooking, hardness, thick average of the paste, types of edges, forms and dimensions of the vessels; at the same time that the divergences with other demonstrations are emphasized also ceramicists that, among others factors, sample a very scarce number of these evidences in certain residuarios of the country. The presence of various fragments of burenes; so much in the place Birama, as in another of the own territory espirituano (Neiva Old), do not only constitute the first reports of these appliances in places of the phase, that could call transicional; but distinguishes -above all- the new change toward the development and also social and technological evolution of these communities; whether happiness evolution unilineal or motivated by the necessary contacts Cultural exchanges, that could be produced in the primitive companies.


INTRODUCCIÓN
En 1992, bajo la dirección del arqueólogo Alfredo Rankin Santander, se llevaron a cabo las primeras prospecciones arqueológicas practicadas en el sitio Birama, municipio de Trinidad, provincia Sancti-Spiritus; en donde se encontraron restos materiales que atestiguan la presencia aborigen. Estas evidencias presentan características diferentes a la de los restos de los sitio ya localizados en la región, consistentes fundamentalmente en abundantes fragmentos de cerámica, considerada como temprana para Cuba y el resto de las Antillas; asociados con manifestaciones mesolíticas y la no presencia de burén.

La ausencia de burén en los primeros estudios de Birama nos llevó a pensar que se trataba de un nuevo sitio en la región trinitaria con características muy diferentes a las demás del municipio y que se correspondía con las reportadas para Cuba como "cultura Mayarí"(Tabío y Rey, 1966) o "etapa Protoagrícola, fase tardía (Tabío, 1984); nombre dado por el sitio Arroyo del Palo, municipio Mayarí, provincia Holguín.

En trabajos posteriores llevados a cabo por los autores (1997), el hallazgo de fragmentos de burén cambió los criterios iniciales. Se decidió reorientar la investigación y acometer una primera etapa con el estudio comparado de las características de la cerámica, contrastándola con la de otros sitios de la región Centro-sur, que presentan rasgos semejantes en cuanto al material cerámico -ya que no en cuanto a otras manifestaciones- (Silva, 1988).


MATERIALES Y MÉTODOS
Las evidencias cerámicas objeto del presente estudio procede de las excavaciones realizadas por Alfredo Rankin Santander y el grupo de aficionados "Guamuhaya", en 1992 en el sitio Birama, municipio de Trinidad, provincia Sancti-Spiritus, Cuba y las practicadas por los autores en marzo de 1997.
El método empleado durante estas excavaciones fue el de la Estratigrafía Artificial (0,10m) por Capas.
Para el estudio de las características técnicas de la cerámica (tratamiento de la superficie y de la pasta) se empleó un ceramógrafo propuesto por Alfredo Rankin (1984) y las consideraciones expuestas po J. M. Guarch (1978).
Para el estudio de las características conceptuales en lo concerniente a la determinación de las formas y dimensiones de las vasijas, se aplicó la metodología expuesta por Megger y Evans (1969).
En la determinación de los componentes que integran la pasta de la cerámica se le aplicó el análisis mineralógico correspondiente.
Además, se realizó una revisión bibliográfica para conocer lo escrito sobre el tema que nos ocupa.
Finalmente, los resultados fueron llevados a tablas; diseñándose esquemas que ilustran y complementan esta investigación.


RESULTADOS Y DISCUSIÓN

Características técnicas de la cerámica
Tratamiento de la superficie.-

Del análisis de la tabla nº1, se observa lo siguiente en relación con el tratamiento de la superficie de la cerámica:
Color: Este oscila entre los tonos pardo claro y pardo oscuro. Por su cara externa, los fragmentos se presentan pardo claro en un 55,5%; pardo oscuro en un 38,6% y pardo rojizo sólo en un 5,8%. Por la cara interna el 61,1% resultó pardo claro; el 28,9% pardo oscuro; mientras que el 9,9% del total de fragmentos estudiados es pardo rojizo. Esta tendencia a los tonos claros y oscuros; así como el dicromatismo observado, debió ser originado por el deficiente proceso de cocción a que fue expuesta la cerámica en general y no como consecuencia del color de la arcilla y sus componentes.

Hasta donde nos ha sido posible conocer, la cerámica aborigen de Cuba ha transitado por toda la gama de colores que va desde los pardos claros hasta los más oscuros...(Martínez, 1991).

Textura: La superficie externa muestra mayor regularidad que la interna. El grado de compacticidad de esta cerámica es relativamente alto (79,5%) en comparación con los fragmentos con superficies granulosas (17%) y lisas (3,4%).
En la baja frecuencia de fragmentos con superficies granulosas influye notablemente la presencia del temperante fino en la pasta utilizada.

Regularidad: El 85,8% de los fragmentos de tiestos analizados presentan irregularidades y defectos. Entre los segundos, puede citarse: mal espatulado, poca pulimentación, oquedades provocadas por la descomposición de materia orgánica presente en la arcilla, unión deficiente de los rolletes y huellas dejadas por el instrumento utilizado como alisador (palillazos).

El alisado de las vasijas en algunos casos pudo ejecutarse con un objeto delgado de forma probablemente tabular y que, al deslizarlo el artesano por la superficie de ésta, sus bordes ocasionaron pequeños surcos. Es necesario llamar la atención acerca de un buen número de lajas delgadas, alargadas y de diversos tamaños; muchas de ellas con huellas de haber sido empleadas en otros materiales y que por su morfología, algunas pudieran haberse empleado como espátulas.

tablaceramica 3
- Tabla nº 1

Tratamiento de la pasta
Al observar la tabla nº2, en lo concerniente al estudio de la pasta, puede destacarse lo siguiente:
Fragmentación: Esta se produce de manera regular en un 63,3% de los fragmentos analizados en la muestra, mientras que la irregular ocupa sólo un 36,6%.
Es evidente que la fragmentación en esta cerámica responde al tipo de manufactura empleada -enrollado (coilling)- la cual cuando fractura lo hace de forma simétrica, aproximadamente.

Temperante: La presencia de partículas menor o igual a 1 mm, indistintamente, posibilitó establecer dos tipos de temperantes:fino y grueso. Teniendo en cuenta lo anterior, el 57% de los tiestos analizados presenta un temperante fino y el resto (42,4%) temperante grueso.
Muestras de cerámica de los diferentes estratos de ambas excavaciones fueron sometidas a un análisis para conocer los componentes mineralógicos presentes en la pasta.

Análisis mineralógico:
matriz arcillosa
feldespato
cuarzo
óxido de hierro
óxido de magnesio
limonita
mica
granate
no carbonato
*nota: estos componentes aparecen en orden decreciente.

Los resultados obtenidos del análisis mineralógico permiten comprender cómo debieron incidir favorablemente tanto en la calidad de la pasta, como también en algunas características tecnológicas de la cerámica: la presencia del cuarzo y del feldespato -entre otros- en la composición del temperante, a pesar de que este último en la pasta no aparece distribuido de manera homogénea o uniforme. Dicho fenómeno se observa tanto en lo concerniente a la concentración como a la granulometría; lo que permite inferir el empleo no intencional de desgrasante grueso o fino al elaborar determinado ceramio y por otra parte refuerza la opinión de una posible incorporación de esta arena fina cuarcítica a la arcilla por la acción de factores naturales y no antropogénicos. La distinción no homogénea demuestra el no dominio de la técnica de preparación de las pastas (amasado).

La aplicación del referido análisis a muestras de la cerámica correspondientes a los niveles más tempranos y tardíos de ocupación del sitio permitió establecer la existencia de un orden idéntico en la composición mineralógica de la pasta empleada en la elaboración de los ceramios para toda la secuencia estratigráfica; lo cual hace pensar en la posibilidad de que se haya utilizado en todo momento la misma fuente de materia prima (arcilla).

Cocción: De manera general, durante la cocción de las vasijas no se logró obtener una atmósfera oxidante; lo cual trajo como consecuencia que dicho proceso resultara incompleto.

Se puso comprobar que el 70% de los fragmentos presentan cocción irregular, el 18,8% oxidada y reducción el 11,1%. Para que se tenga una idea más clara del fenómeno tan interesante que se destaca en esta cerámica temprana, obsérvese la lámina nº1.

El análisis mineralógico demostró que la cocción de la cerámica se efectuó a baja temperatura; ya que no se aprecian minerales calcinados.

En general, los problemas que se destacan en la cocción de la cerámica de Birama pueden estar dados por la incidencia de varios factores, entre los que figuran: tipo de horno empleado, insuficiente material combustible (madera) para alcanzar la temperatura adecuada y con ello una atmósfera oxidante, disposición espacial arbitraria de los ceramios en el horno; además, es menester recordar que estamos en presencia de una comunidad en la cual la alfarería no ha logrado alcanzar aún el nivel tecnológico quedebían haber alcanzado ya los grupos o comunidades aruacas que arriban a Cuba y a las Antillas, incluso en épocas cercanas a las que arrojan los fechados para los de estas manifestaciones ceramistas -como en el caso de Damajayabo- y en las cuales esta industria no sólo se perfilaba como tradición; sino que también había asumido un papel -en cierta medida- superestructural, independientemente del utilitario o doméstico.

Textura: El 54,7% de los fragmentos se presentan compactos, mientras que el 45,2% resultan porosos.
El comportamiento de la textura de la pasta guarda similitud con los valores obtenidos para Arroyo del Palo (Holguín), aunque los índices de porosidad están muy por encima en relación con los de este último.

Dureza: Esta oscila entre 2 y 3,5, según la escala de Mohs. Sin embargo, se han observado para sitios de igual nomenclatura ubicados en el suroriente cubano durezas promedio entre 3 y 4 (Ulloa y Valcárcel, 1997).

Grueso: Puede considerarse esta cerámica de grosor medio; ya que el 80,3% de los fragmentos poseen gruesos promedios entre 6 y 8 mm. Por otra parte el 13,2% ostenta grueso menor o igual a 5 mm y el 6,4% mayor o igual a 9 mm.

Manufactura: El método o técnica empleada en la elaboración de las vasijas fue el del enrollado o coilling. Sólo se pudo identificar la técnica del modelado en una vasija pequeña y de pareces delgadas. El enrollado se hace evidente en muchos de los fragmentos donde se observan fracturas a lo largo de la unión de los rolletes.

tablaceramica 2
- Tabla nº2 y lámina nº1

Características conceptuales
Tipos de bordes:
Del total de fragmentos de cerámica que conforman la muestra (1234), contienen bordes de vasijas 192; lo cual constituye el 15,5% del total de fragmentos estudiados.

Al observar la tabla nº3, se destaca lo siguiente en relación con los bordes:
. Es evidente una frecuencia mucho mayor de bordes invertidos o convergentes (49,4%), le siguen los rectos (39,5%) y finalmente los evertidos o divergentes (10,9%).
. En cuanto a los topes o labios, aparecen en orden decreciente los acuminados con un 63%, los redondeados constituyen un 18,7%; los planos, 10,4% y los biselados que corresponden al 7,8% del total de bordes.

. La presencia de crestas y rebordes es insignificante, de las primeras se destacan las externas, representadas por un 3,6%. Las internas sólo logran alcanzar un 2%.
Con los rebordes sucede algo similar, pues a los externos les corresponde un 4,1%, mientras que los internos están presentes con un 2,6% del total de bordes analizados.

. Se ha podido comprobar que no existe una elección preferente en combinaciones de determinados tipos de bordes y topes, puesto que todas las combinaciones posibles están presentes. Sin embargo, el mayor porciento de vasijas con bordes rectos, invertidos o evertidos tienen por tope el acuminado como el más frecuente. Esta regularidad se cumple para todos los niveles o estratos de las excavaciones practicadas en el sitio. Resulta contradictorio con la opinión de algunos investigadores que plantean -al referirse a tendencias de utilizar los topes redondeados por ser este el más usado, que pudiera requerir de menos elaboración y tiempo para su ejecución; considerando que los topes planos, acuminados y biselados son atributos de comunidades con un mayor grado de desarrollo. Sin embargo, en los sitios del suroriente cubano si existe una preferencia por los topes redondeados, mientras que los acuminados se hallan en tercer lugar; no obstante los tipos de bordes identificados en los referidos sitios son rectos y evertidos, estando ausentes los invertidos.

tablaceramica 1
-Tabla nº3.- Bordes de vasijas

. Estudios cerámicos de los sitios Neiva Viejo, Tres Palmas I y Las Damas II, municipio Cabaiguán, provincia Sancti-Spiritus (Cuba) muestran una preferencia por los topes acuminados (Silva, 1988).

Formas y dimensiones de las vasijas: Las formas de los ceramios de Birama excluye -hasta el presente- otra que no sea la esferoidal, conocida también bajo la denominación de "bol", con casquete o fondo cuyos perfiles permiten detectar desde los que poseen bases curvas hasta las parabólicas (ver lámina nº2, 3, 4 y 5).Resultan comunes las llamadas ollas y cuencos, siguiéndoles con menor frecuencia las escudillas. No hay evidencias de vasijas naviculares ni aquilladas.
En sentido general, esta cerámica puede ser considerada de pequeñas dimensiones si se tiene en cuenta el alto número de vasijas cuyo diámetro no excede los 2 mm. Las medianas (200 - 300 mm) son menos numerosas. Esto es válido para el resto de los sitios del país con estas características.

fondosvasijas
-Lámina nº2.- Tipos de fondos de vasijas.

vasijas 3
- Lámina nº3.- Forma y dimensiones de las vasijas.

vasijas 1 copia
-Lámina nº4.- Forma y dimensiones de las vasijas.


vasijas 2 copia
- Lámina nº5.- Forma y dimensiones de las vasijas.

Decoraciones: El número de fragmentos de vasijas con decoraciones resulta insignificante, sólo cuatro de ellos; lo cual representa el 0.3% de toda la muestra.
Los diseños -en todos los casos- se localizan próximos al borde y consisten en líneas incisas rectas o curvas, delgadas y poco profundas, contínuas y discontínuas, dispuestas de diversas forma con relación al borde y que , al parecer, no debieron cubrir todo el perímetro del ceramio.Sólo se observó un diseño de línea curva. Por la poca profundidad y grosor de las incisiones éstas pudieron elaborarse con un instrumento cortante (sílex) en momentos en que la cerámica contenía menor humedad.

En cuanto a las asas, sólo se pudieron colectar dos de ellas, las cuales corresponden al tipo tabular. En una de ellas se practicó un orificio de 4 mm de diámetro, perpendicular a sus caras. Por su morfología estas asas guardan algunas semejanzas con la cola de un pez (láminas nº6 y 7).

asas A
-Lámina nº6.- Asa tabular de vasija.

asas B
- Lámina nº7.- Asa con orificio.

La presencia de orificio no sólo fue observada en el caso mencionado anteriormente, sino también en dos fragmentos de borde de una vasija pequeña decorada con líneas incisas, discontínuas y paralelas al borde; colectadas por Alfredo Rankin en el año 1992 a decenas de metros del área excavada por los autores. Al parecer dichos orificios debieron cumplir una función utilitaria y no decorativa, pues estas vasijas podían ser suspendidas a partir de los mismos.

CONCLUSIONES
- La presencia de la cerámica en el sitio Birama se hace evidente desde los primeros momentos de ocupación del área de asentamiento, o sea; que los rudimentos técnicos para la elaboración de vasijas de barro cocido ya eran del conocimiento de esta comunidad cuando se establecen en el lugar.

- No hay dudas del carácter utilitario o doméstico de esta cerámica, donde se aprecia un estancamiento o inmovilidad en las características conceptuales, que la convierten en una producción monótona y rígida.

- El índice tan elevado de fragmentos, que muestran evidencias de cocción irregular constituyen, en esta cerámica temprana, uno de los rasgos distintivos al comparársele con las comunidades aruacas agrícultoras.

REFRENCIAS
.
Martínez Gabino, Aida (1991): Características principales de la cerámica aborigen del sitio arqueológico Punta de Macao, Guanabo, provincia Ciudad de La Habana, en Arqueología de Cuba, editorial Academia, pp 275, La Habana, Cuba.

. Silva, Santiago y Orlando Alvarez (1984): Sitio arqueológico Neiva Viejo, Cabaiguán, provincia Sancti-Spiritus, Cuba (inédito).

. Silva, Santiago y colaboradores (1989): La cerámica de las comunidades con tradiciones neolíticas incipientes, municipio Cabaiguán, provincia Sancti-Spiritus, Cuba. (inédito).

. Tabío, Ernesto (1989): Arqueología. Agricultura aborigen antillana, editorial Ciencias Sociales, pp 9-10, La Habana, Cuba.

. Ulloa, Hung, Jorge y Roberto Varcace (1997): Las comunidades apropiadoras ceramistas del sudeste de Cubal. Un estudio de su cerámica, en El Caribe Arqueológico 2, pp 34-35, Santiago de Cuba, Cuba.

Copyright: Santiago F. Silva García
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